Suiza rechazó por amplia mayoría la prohibición de la ganadería intensiva

La propuesta solicitaba incluir en la Constitución suiza el “derecho a la dignidad” del ganado criado en granjas.

La propuesta solicitaba incluir en la Constitución del país el “derecho a la dignidad” del ganado a fin de vetar los sistemas intensivos que “atentan contra el bienestar de los animales” así como la importación de sus productos. La iniciativa tuvo 63% de votos en contra.

A través de un referéndum, y por amplia mayoría, los suizos rechazaron una iniciativa que pretendía prohibir la ganadería intensiva en el ámbito nacional y que de prosperar también hubiera implicado vetar la importación de productos procedentes de otros mercados de este tipo de explotaciones ganaderas.

La propuesta, que era defendida por asociaciones ecologistas, por Los Verdes y por parte del Partido Socialista suizo, fue ampliamente derrotada por un 63% de los votos, con 25 de los 26 cantones del país escrutados, según publicó la agencia EFE.

Concretamente, la propuesta solicitaba incluir en la Constitución suiza el “derecho a la dignidad” del ganado criado en granjas, y tras ello prohibir la ganadería intensiva que “atenta al bienestar de los animales”.

Otro punto polémico, era que exigía fijar un mínimo de tiempo al aire libre para los animales, y regular la superficie necesaria para que el ganado pudiera vivir con dignidad en las granjas, cuyo tamaño variaría según la especie.

Tanto el Gobierno y el Parlamento suizos, que previamente habían rechazado la iniciativa, recomendaban a la ciudadanía helvética hacer lo mismo con el argumento de que el país ya posee “las leyes de protección de los animales más estrictas del mundo”. Además, alertaban que una prohibición de las explotaciones intensivas acabaría repercutiendo en el bolsillo de los consumidores, aumentando el precio de las carnes, lácteos y otros productos procedentes del sector ganadero.

“Hay productores que están haciendo agricultura intensiva con sus animales respetando el bienestar animal. Para alimentar a la población, tenemos que hacer agricultura industrial, al menos un poco, de lo contrario, ya no podremos comer carne”, comentó a la agencia Reuters Fabrice Drouin, residente de Ginebra y quien voto por el No.

Un “sí” a la iniciativa habría afectado a unas 3.300 explotaciones ganaderas de Suiza, y se calculaba que habría conllevado un costo de readaptación de unos 1.100 millones de francos suizos anuales (alrededor de unos 1.150 millones de euros).

Fuente: Valorcarne.com.ar

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